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Espiritualidad

El verdadero Médico.

Paracelso fue médico,astrólogo,teólogo,místico y mago.En una época todavía oscura consiguió unir la fe y la práctica,aceptaba a la naturaleza como suprema autoridad,porque ésta,según él,no comete errores y porque cada cosa participa en ella a la manera de machina mundi construida según un plano divino.

Paracelso, rechazando lo que en sus tiempos constituía las bases tradicionales del saber, afirmaba que el primer médico del hombre es DIOS,autor de la salud,ya que el cuerpo no es más que la casa del alma.Por esto la medicina debe dirigirse simultaneamente a las dos cosas( al elemento divino y al elemento terrenal),intentando mantenerlas en armonía.Paracelso decía que un médico debía tener conocimientos de astronomía y conocer la armonía de las esferas y sus efectos;decía también,que un médico debía tener,como los teólogos,conocimientos de las necesidades del alma y, como el antropólogo,conocimientos de las necesidades del cuerpo;que en cuanto alquimista,le competería conocer las substancias universales que se encuentran en armonía y de acuerdo con cualquier parte del mundo material;decía, en fin,que un médico debe ser un místico,para de este modo poder advertir lo que se halla más allá de la lógica.
A causa de sus teorías,Paracelso tuvo en contra a todos los médicos de su época,ya que estos creían en las prescripciones de la medicina de Galeno.

ermitano
Las consecuencias, sin importar el que Paracelso, con sus fantásticos métodos,efectuara milagrosas curas,produjeron una verdadera persecución en todo lo que a él se refería:era expulsado de todas las ciudades,se convirtió en un vagabundo a la búsqueda del saber.Aconstumbraba a escribir un diario,referente a sus indagaciones y a sus experiencias;en este diario se lee:En todos los sitios en los cuales me he informado diligentemente he recogido la experiencia del verdadero arte médico no sólo a través de los médicos,sino también a través de los barberos,de las mujerzuelas,de los brujos,de los alquimistas,de los monjes,de los miserables y de los nobles,de los sabios y de los pobres de espíritu.

Frecuentemente,prefería ciertos métodos utilizados por la gente sencilla a las complicadas composiciones de los eruditos;hay que tener en cuenta también el hecho de que todas estas curas eran aconsejadas por un hombre,cuya absoluta convicción en lo justo,procuraba optimismo y esperanza.

El miedo ante la enfermedad, afirmaba,es siempre más peligroso que la enfermedad misma.