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Espiritualidad

La plaga de Egipto.

Las estaciones no temen a la muerte,
Ni el viento,
El sol o la lluvia
Así que vamos no temas a la muerte
Toma mi mano no temas a la muerte
Podremos volar no temas a la muerte

Blue oyster cult “Don´t fear de reaper.

Las plagas de Egipto.

Atrévete a invocar,donde los espíritus atacan a los cuerpos de aquellos que de otra forma nunca podrían ser atacados.

URIEL

La muerte de todos los primogénitos de Egipto. Dios ordenó a los hebreos marcar sus puertas con la sangre de un cordero, y de esa forma no entraría en sus casas para matar a sus primogénitos. Primero, la sombra de la muerte fue al pueblo hebreo para matar a algunos hebreos, pero no lo hizo gracias a la sangre del cordero por las jambas de las puertas. Luego la sombra de la muerte se dirigió al pueblo egipcio para matar. Como no había ninguna sangre de cordero en la puerta, la sombra de la muerte mató a los primogénitos egipcios, incluyendo al hijo del faraón. Este fue el golpe más duro a Egipto y la plaga que finalmente convenció al faraón de que debía liberar a los hebreos.

La energía del ritual de polaridad selecciona los elementos carnales preferidos,de aquellos que despiertan las más profundas emociones oscuras de todos cuantos  han participado en la rueda.Nada escapa a su control, Azrael hace acto de presencia.

 عزرائيل  es uno de los nombres que recibe el ángel de la muerte entre los judíos y musulmanes. Tiene por misión recibir las almas de los muertos y conducirlas para ser juzgadas.Fue conocido inicialmente como Azra, el descendiente de los grandes sacerdotes de Aarón y escriba en el periodo del segundo Templo de Jerusalén.

Este es el imperio inmenso del Carnero. Su gobierno sinárquico, cuya organización ternaria es conforme a las leyes de la ciencia y la armonía, hace florecer dos mil años sobre la tierra la edad de bronce que celebró Ovidio. De los tres consejos encargados de la gestión de los negocios, los dos primeros se reclutan, uno entre los hierofantes admitidos a la iniciación suprema, y el otro entre los adeptos laicos. Ram ha conquistado la tercera parte del mundo para pacificarla; alcanzado este objetivo, renuncia a la espada, a la corona, al estandarte del Carnero; en una palabra, a los poderes ejecutivo y militar, abdicando en las manos del primer príncipe indio, y llevando la tiara del Soberano Pontífice universal, enarbola la insignia del Cordero, jeroglífico del sacerdocio. Este realizador de la más inmensa síntesis que el cerebro humano pueda concebir, este soberano del imperio más gigantesco y civilizado que César osara evocar en sueños, trueca la corona imperial por el cetro del mago de los magos y la divinidad terrestre, ya que los hierofantes ejercían entonces la divinidad sobre el microcosmos.

LA CORTE