El primer sutra dice:
Al comienzo de la unión sexual, mantén la atención en la llama inicial y consérvala, evitando los rescoldos del final.
Para ti el acto sexual es un desahogo; por eso tienes prisa cuando te adentras en él,porque simplemente quieres un desahogo.La energía que te desborda se descarga y sientes alivio,pero éste es una especie de debilidad.La energía rebosante crea tensiones,excitación;necesitas hacer algo.Puedes interpretar esta distensión como relajación,porque ha desaparecido la excitación,la energía rebosante ya no está ¡ te puedes relajar! Pero ésta es una relajación negativa.Si solamente te puedes relajar descargando energía,el coste es muy alto;esta relajación solamente puede ser física.No puede ser muy profunda,no puede ser espiritual.
El primer Sutra dice:no tengas prisa,no ansíes el final;manténte en el principio.En el acto sexual hay dos partes :el principio y el final;permanece en el principio.La primera parte es más relajada,más cálida.No tengas prisa en llegar al final;olvídalo completamente.
No busques la eyaculación,permanece con tu amada o con tu amado como si os hubieseis vuelto uno;Cread un círculo.
Osho.
El problema es que,aún cuando nuestra naturaleza íntima como campos de energía es que somos perceptores,estamos tan atentos a lo que pensamos,que no nos percatamos de nuestras posibilidades como tales.
Esto no es casual,el pensamiento es lo que constituye la naturaleza básica del ego.De hecho la sustancia del ego con los pensamientos.Es por ello que parar el dialogo interno es también una de las puertas que nos permiten salir del ego y liberarnos de la historia personal a la que sostiene y que a su vez sostiene al mismo ego.
La gente común percibe tan poco que ya olvidó la distinción entre pensamiento y percepción;hasta el punto que toman lo que piensan como lo que perciben y proyectando sus pensamientos sobre la realidad exterior llegan a sustituir la realidad por lo que piensan,en un proceso continuo en la que la realidad se encuentra bien lejos.Por eso el pensamiento oriental se refiere a la realidad ordinaria como Maya (ilusión),como el velo que habrá que descorrer para ver la realidad y por eso también es que Don Juan nos habla del ver como las experiencias que hacen del hombre común un hombre de conocimiento.
El signo del hombre moderno es que vive prisionero en la realidad que le reportan sus pensamientos.Pensamientos que están predeterminados por el tonal de los tiempos y la historia personal.
Castañeda.
