El culto de la Luna, HÉCATE, contenía el máximo de operaciones mágicas.La misteriosa acción nocturna de sus rayos mortales suscitaba muchas invocaciones tutelares.Se decía que HÉCATE era la patrona de las brujas.Ella era quien atribuía el don de los prodigios y enviaba los espectros a la tierra.También desencadenaba la locura en los sacerdotes de CIBELES,en las bacantes de las fiestas de DIONISO, que inspirados por los dioses ,se entragaban a cien excesos,y la multitud los imitaba, y las muchachas se retozaban como cabras.¡ Oh muchacha !, un dios te posee.¡ Es PAN , o HÉCATE , o las venerables coribantes, o CIBELES quien te agita!,clama el coro hablando a FEDRA,en la tragedia de HIPÓLITO.
El poder maléfico de la diosa HÉCATE era considerable.Escuchemos lo que Hipócrates le atribuye,cuando habla de los hombres atormentados por los dioses hasta perder la razón.Hipócrates como Platón en su Fedra, piensa que un dios malvado causa los desordenes intelectuales de los infelices alienados.