En las principales ciudades del mundo existen templos infernales desconocidos o insospechados.Todas las horas de todos los días y todas las noches,las personas participan a sabiendas en actos satánicos.Los sacrificios humanos,tanto si son rituales, como rápidos o lentos y degradantes con el tiempo se aprovechan para fines específicos.
En otros países la cremación es el método preferente y,a pesar de que las logias Alfa satánicas de Australia tienen acceso a los crematorios cuando los necesitan,se trata de algo sorprendentemente insólito.Lo creas o no cada semana vierten numerosos cuerpos en zonas aisladas de arbustos.
Los líderes satánicos emergentes son jóvenes,espabilados,competentes y crueles.Son maestros y maestras de sus emociones e intelecto.Muchos participan en negocios,política,en abogacía y las artes.La lujuria es nobleza y la libertad es el mayor ideal de los hombres y mujeres del nuevo mundo.
Empezó en Sidney a finales de los ochenta y pronto se convirtió en una sociedad secreta internacional de sadomasoquismo financiada por los satanistas.Maltratan a las víctimas hasta la muerte en grotescos rituales llevados a cabo en cámaras aisladas que se hallan en las principales metrópolis y en los interminables barrios y las perplejas urbanizaciones.Todas estas reuniones son de naturaleza satánica y tienen fines mágicos.Esta sociedad oscura y ultrasecreta se ha empleado para corromper y destruir;¡ para destilar miedo y garantizar un silencio petrificado!( ¿recuerdas la familia de Sudáfrica? ¿te has preguntado alguna vez por que tantas personas mueren de forma tan conveniente a causa de los incendios de origen eléctrico?).
Para los satanistas todos los fluidos corporales son sagrados y pueden emplearlos para fines mágicos.El advenimiento del sadomasoquismo como una forma de expresión aceptada se debe a los esfuerzos de los satanistas por subvertir la normalidad e invertir los principales valores cristianos.La sociedad S&M se usó como campo de reclutamiento de algunos de los genios más pervertidos de jamás he conocido.
El despertar del León.
David Icke.