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Ocultismo

Primeros pasos

Aquella persona, varón o hembra, que quiera dedicar su espíritu a las «Artes Mágicas» deberá poseer una verdadera vocación para ello, poniendo toda su voluntad y buena fe en sus ejercicios y Prácticas. Es muy importante que no olvide que los espíritus a quienes invoca leen sus pensamientos, y si no se pone a la invocación con todos sus sentidos y sin distraer en lo más mínimo su atención del trabajo que ejecuta, en lugar de ser atendida su invocación, será castigada en su temeridad por lo, mismos espíritus a quienes haya molestado o llamada para pactar con ellos.
Deberá asimismo tener presente que no pueden hacerse las invocaciones en sitio en que haya cruces o signos bendecidos. La persona que quiera hacer los experimentos, deberá estar absolutamente sola. a no ser que la acompañe persona iniciada en el arte y, que tenga hecho pacto con algún espíritu.
El sitio más adecuado para hacer las invocaciones será siempre la cima de una montaña, a cuya falda circule un río, procurando que en sus contornos no haya otra más elevada. Si esto no pudiera ser, se buscará un lugar próximo a un río, donde se crucen dos caminos formando cuatro sendas que vayan en opuestas direcciones; estas sendas representarán los cuatro puntos cardinales del universo, en cualquiera de los cuales puede hallarse en aquella hora el espíritu con quien se quiere tratar. Es de absoluta necesidad que el río esté muy próximo al punto de invocación, por ser el agua y el aire los elementos más apropiados a la transmisión del pensamiento; y juegan éstos en unión de los metales un gran papel en el ejercicio de las “Artes Mágicas».