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Triángulo

El papel de las secretarias en los años 70.

La Corte del Inglés ha seleccionado para esta ocasión un temazo de Maná.

El artículo de esta semana está sacado de un libro titulado el ghetto de las secretarias, un libro que trata sobre el trabajo que desempeñaban estas en la década de los años 70. El libro (difícil de encontrar) fue publicado por Mary K.Benet, una FEMINISTA preocupada por el Women´s Lib y los problemas de la mujer. Esta autora escribe sobre un tema que conoce por experiencia muy directa.

Las FEMINISTAS han creído siempre que, cuando la mujer adquiriera el derecho a trabajar, su inmediata independencia económica daría inexorablemente como resultado la igualdad en todas las esferas. Sin embargo la mujer en la oficina sigue empeñando su papel tradicional: el de esposa, madre y amante.

Las seguidoras del Women´s Liberation han echado la culpa de todo a los hombres y al sistema,a quienes consideran también responsables de otros aspectos de la OPRESIÓN A LA QUE LA MUJER SE HALLA SOMETIDA.

  • Su trabajo es secundario y, más que productivo, de pura presencia física; su posición social es humilde y su salario modesto.

En lo primero que piensa un hombre, cuando se alude a las secretarias, es en el SEXO. La mayoría comparte esa obsesión; lo que a todos parece interesar más, cuando se habla de secretarias, es:¿SE ACUESTA CON EL JEFE ?,¿VISTE EN LA OFICINA DE FORMA PROVOCATIVA? .Los empleados administrativos masculinos especulan sin cesar sobre las chicas, las COMPARAN, eligen sus FAVORITAS, las MOLESTAN. De hecho la mayoría de los hombres que trabajan en una oficina opinan que ellas están allí para eso.

  • El papel sexual que una mujer interpreta en la vida real se ha transferido a la oficina, donde, como todo lo demás, se ha convertido en RITO.
Dictar algo a una muchacha bonita satisface tanto el EGO masculino como si la estuviera DOMINANDO SEXUALMENTE. Ser cuidado y mimado por una secretaria eficaz es tan agradable como ir a refugiarse en las faldas de mamá.
  • A las mujeres se las considera, ante todo, OBJETOS SEXUALES, más que personas que trabajan.

Una secretaria poco agraciada, que no tenga citas amorosas frecuentemente, puede desear quedarse en la oficina hasta tarde, pero, ¿quién querrá que se quede?.Es como un coche viejo, en el que se puede confiar, y al que está habituado. Pero resulta, sin duda, más divertido CAMBIARLO CADA AÑO POR UN MODELO NUEVO.

Otro problema que se plantea es el de la absoluta lealtad que se exige a la secretaria. Ella sabe que en parte se le paga por su apoyo moral, su alegría, su cara sonriente, su ayuda en las adversidades, su paciencia y serenidad en todo momento. Sabe muy bien que le está prohibido rechistar o quejarse delante de un extraño. Se convierte así en una actriz tan competente que puede engañar a cualquiera.

  • Cuando un hombre paga a una secretaria ESTÁ PAGANDO UN APOYO PARA SU EGO.

Las que reivindican los derechos de la mujer no son admitidas en las oficinas, porque hasta el más mediocre de los empresarios puede darse cuenta de que van a causar problemas. Las chicas pierden sus empleos por estas cosas y la AMENAZA DE DESPIDO ATEMORIZA A TODAS, EXCEPTO A LAS MÁS COMPROMETIDAS.

Las chicas hablan de intento de besarlas y de pellizcarlas, entendiendo las situaciones como molestias que hay que soportar con mucho tacto. En todas las oficinas surgen asuntos amorosos, conocidos además por todos, pese a que los protagonistas de tales enredos crean llevarlos en secreto.

Dos apuntes a tener en cuenta:

  • El padre de la muchacha oficinista era, generalmente, un pequeño propietario que había vivido tiempos difíciles.
  • Las secretarias son las personas más fáciles de MOLDEAR que hay en el mundo.

El uso de la INTIMIDACIÓN en una clase y la envidia en otra impide una solidaridad efectiva. La mujer joven de clase media puede ser AMEDRENTADA HASTA EL CONFORMISMO SOCIAL Y SEXUAL, mediante el espectro de un empleo de institutriz, del trabajo de la fábrica o de LA PROSTITUCIÓN.

La Corte del Inglés ha seleccionado una escena de una película titulada «secretaria»:

Las secretarias vivían en cómodos apartamentos y disponían de tiempo libre para tomar unas copas después del trabajo. Se conservaban de buen ver y no estaban siempre preocupadas por la enfermedad de sus niños o porque se había estropeado la lavadora. Además eran más jóvenes que las esposas.

  • Se estableció de este modo el modelo moderno de la AVENTURA SENTIMENTAL de oficina.

La secretaria de hoy actúa como ESPOSA, MADRE, AMANTE, DONCELLA, según los días, en distintos estadios de su carrera o con diferentes jefes. Por ello resulta difícil determinar, de una vez por todas, si es una esposa de oficina o una sirvienta doméstica de la oficina.

  • Aunque los trabajos de las esposas y de las secretarias son similares, y con frecuencia se interfieren, ambas, por sí mismas, son conscientes de la distinción.
  • La base del desprecio de la esposa hacia la secretaria radica en que, generalmente, la esposa es de CLASE MÁS ALTA.

Por lo tanto, la relación esposa/secretaria es el reflejo de la relación esposa/sirvienta. Al pertenecer las secretarias a una escala social más baja, se piensan que en general ESTARÁN MÁS DISPONIBLES SEXUALMENTE, PARA LOS HOMBRES DE LA CLASE EJECUTIVA, QUE LAS MUJERES PERTENECIENTES AL NIVEL DE LAS ESPOSAS.

  • La secretaria ha de ofrecer un aspecto atractivo, pero carece de importancia el que viva en una habitación de barrio.
Un DESPLANTE es considerado, en la mayoría de las oficinas, como una razón válida PARA DESHACERSE DE UNA SECRETARIA.

Si alguien duda de que EL SEXO ESTÁ SIENDO MANIPULADO CONSCIENTEMENTE POR LA EMPRESA, ¿qué otra explicación ofrece para justificar la discriminación de las secretarias?.¿A qué se debe el esmero que se pone en encontrar chicas atractivas y las sanciones que caen sobre los ejecutivos que llegan a sentirse tan atraídos por ellas que incluso abandonan a sus familias ?.

  • La secretaria es una compensación mucho más grata que un automóvil por cuenta de la empresa, y no mucho más cara.
Cuanto más humilde sea la secretaria, mucho mejor. A veces todo esto llega a un nivel casi MASOQUISTA.

A la secretaria se la puede despedir porque es demasiado vieja o porque tiene mal aliento, pero, en cambio, ella tiene que AGUANTAR EL ASPECTO DEL JEFE Y SUS CONSTUMBRES, POR DESAGRADABLES QUE LE RESULTEN”.

Fuente: El ghetto de las secretarias.
Autora: Mary Kathleen Benet.

Bienvenidos a La Corte del Inglés.